Nos recibieron con mucho cariño y nos enseñaron todos los animales de la granja .
La vaca y el ternero tienen una lengua muy larga para lamer y comer, la granjera les rascaba la cabeza con mucho amor.Las dos cerdas eran muy grandes y descubrimos que todos los cerdos no son rosas y, que cuando una cerda está preñada, se agota y está casi todo el día tumbada. Las cabras son muy bonitas y la leche se puede beber ,pero sobre todo se utiliza para hacer yogur y queso. Las ovejas no dejaban que nos acercáramos y cuando entró la granjera se marcharon al otro lado; había un corderito muy pequeñito. Las gallinas cacareaban mucho y el gallo paseaba tranquilo mientras algunas intentaban poner un huevo. Pero lo que más nos fascinó fue tocar un conejito, blanco y muy suave.Para terminar la ruta de los animales nos dejaron pasear en una burra, se llamaba Luna y es muy buena , ¡ qué divertido pasear encima de la burra !.
Esta granja es muy completa porque también nos dejaron plantar y para ello tuvimos que echar la tierra en una maceta, hacer un agujerito, plantar la planta por las raíces, regarla y ¡lista para llevar a casa!
Como nos portamos muy bien nos dejaron jugar un ratito en el campo de fútbol y en la zona de juegos , había un tobogán y columpios.
Pasamos una mañana estupenda.
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